El Estadio “Lolo” Fernández
Cuando transcurría el año de 1931 se produjo un hecho trascendental que marcaría por siempre la historia del fútbol peruano. Teodoro “Lolo” Fernández debuta con la camiseta crema en un partido amistoso contra Deportivo Magallanes de Chile. Era una tarde calurosa del 29 de noviembre, el gran cañonero dio una muestra de toda su capacidad goleadora, ya que en esa ocasión convirtió el gol triunfal. El delantero, natural de Hualcará, apenas tenía 17 años y todavía nadie imaginaba que años después se convertiría en toda una leyenda y el máximo ídolo del club de sus amores: Universitario de Deportes.
Desde aquel día “Lolo” Fernández fue pieza clave e inamovible en el equipo merengue. Uno de sus tantos atributos futbolísticos era la potencia de los remates de su pierna derecha. Los arqueros de aquellas épocas sentían un gran temor por sus fuertes disparo que, incluso, lograron romper redes de los arcos del Estadio Nacional.
Mural de “Lolo” en la tribuna de Oriente del Monumental
El 20 de mayo se recuerda el nacimiento del máximo ídolo peruano Teodoro “Lolo” Fernández. El cañonero nació hace 95 años en la Hacienda Hualcará en Cañete. Los terrales de su pueblo fueron mudos testigos de sus cualidades como futbolista. Tras pasar toda su niñez en su pueblo natal, “Lolo” Fernández viene a la Capital al cumplir 16 años. En aquellos años, su hermano Arturo jugaba en Universitario. Fue así que por iniciativa de él, el cañonero se anima a probar suerte y se prueba en el primer equipo crema.
El presidente de Universitario, Plácido Galindo, al verlo jugar, sin pensarlo dos veces lo contrató. Desde ese día comenzó el romance Lolo – Universitario, que con el pasar de los años se ha acrecentado y fortalecido; hoy por hoy es el símbolo crema.
“Lolo” junto a Dimas Zegarra
Durante su trayectoria como futbolista consiguió muchos éxitos: fue el máximo goleador en los torneos nacionales de los años 1932, 1933, 1934, 1938, 1940, 1942 y 1945. Asimismo, salió campeón con Universitario en 6 oportunidades. Además, perteneció a una de las mejores selecciones nacionales de todos los tiempos, aquella que participó en las Olimpiadas de Berlín en 1936. Tres años después lograría adjudicarse del primer título de la blanquirroja, el Campeonato Sudamericano, en donde, para variar, fue el máximo artillero del torneo.
Sus grandes actuaciones con Universitario traspasaron nuestras fronteras. Dirigentes del club más popular de Chile, Colo Colo, quisieron contratarlo por todos los medios, para que el cañonero jugará por su equipo. Incluso le dieron un cheque en blanco para que Lolo pusiera la cifra que quería ganar, pero el amor que sentía por la camiseta crema era insuperable y no tenía ningún precio.
Su grandeza llego a todos los niveles internacionales y es así que el jugador Edson Arantes do Nascimento “Pele”, cuando llegó a Lima para jugar unos partidos amistosos pidió los consejos y las enseñanzas del Gran “Lolo” Fernández. El Ídolo crema siempre fue una persona humilde y con la sencillez que le caracterizada le dio unas clases de cómo tocar el balón y le reveló algunos secretos sobre cómo jugar fútbol. Todo un verdadero maestro dentro y fuera de las canchas.
“Lolo” junto a Pelé
Teodoro Fernández se retira del fútbol un memorable 30 de agosto de 1953, día que Universitario jugaba una versión más del Clásico del fútbol peruano. El máximo ídolo crema se alejó de las canchas tal como apareció: Marcando goles. A sus 40 años, en una fría tarde de invierno, el gran “Lolo” se encargó de calentar a los aficionados al marcar tres golazos que hicieron vibrar y emocionar a los seguidores cremas. El resultado final fue un triunfo merengue por un contundente 4-2.
“Lolo” el día de su despedida del fútbol
Ese día, “Lolo” decidió colgar los botines, luego de 22 años de una brillante trayectoria defendiendo solamente la camiseta crema. Aquella tarde todos los peruanos fueron testigos de la gran leyenda en la que se había convertido el delantero natural de Cañete, quien decía adiós al fútbol, pero al mismo tiempo se convertía en un inmortal del balompié, ahora y por siempre, está en el recuerdo de toda la familia crema.
Gracias “Lolo”, gracias por ser de Universitario, gracias por enseñarme a amar a esta camiseta, gracias por tu humildad y sencillez. Para todo hincha crema, tú eres y por siempre serás el único y verdadero ídolo crema.
¡ Feliz Cumpleaños “Lolo” !

 

Lorenzo Sotomayor y la polka a LOLO Fernández

 

El gran compositor Lorenzo Humberto Sotomayor también inmortalizó la figura de Lolo al homenajearlo con la polka “Lolo Fernández”. Sotomayor no sólo admiraba a Lolo Fernández sino que era su suplente en la “U”. Delia Vallejos haría, hace como 50 años, una grabación magistral de la polka “Lolo Fernández”.

Lolo Fernández
(Polka Peruana) Lorenzo Humberto Sotomayor
Canta: Los Ases del Perú

(así se indica en el EP que tengo)

En el fútbol hay un gran baluarte
que coraje siempre demostró,
jugando en su puesto centro forward
nadie en el Perú lo superó.
El, muy generoso, un caballero,
nunca se cambió de su gran club,
ídolo de todos los peruanos,
ídolo el gran centro de la U.
Lolo Fernández, toda mi vida
yo te he admirado
porque tú has sido insuperable
en el Nacional.
Lolo Fernández eres un modelo
de futbolista
por tu gran juego te has hecho
ídolo popular.
En cuantas partes que te tocó
defender la patria,
siempre lo hiciste poniendo
todo tu corazón.
Lolo Fernández, Lolo Fernández,
yo te dedico como homenaje
esta mi canción.

En aquella oportunidad, su hijo, también me contó un aspecto desconocido, y anecdótico, de la vida de su padre. Lorenzo Humberto Sotomayor, al igual que la mayor parte de los peruanos, gustaba mucho del fútbol, deporte en el cual sobresalía como futbolista al punto de haber integrado, durante su juventud, el KDT Nacional, el Sport Boys y Universitario de Deportes (“U”). El jugaba como delantero centro y al pasar a la “U” se convirtió en una especie de eterno suplente ya que el titular de ese puesto en la “U” era el más grande jugador que haya tenido el equipo crema, Lolo Fernández.
Como Lolo era un jugador que difícilmente se lesionaba o hacía expulsar, Lorenzo Sotomayor no encontraba la oportunidad para reemplazarlo en la cancha. Hasta que llegó la oportunidad que, ante la ausencia del gran Lolo, Sotomayor iba a jugar en el equipo titular crema. Pero, por esas cosas del destino, durante un entrenamiento, Sotomayor se lesionó seriamente de la rodilla y tuvo que abandonar la práctica del fútbol.[/size][/font]

El fútbol peruano perdió a un buen futbolista, pero la música criolla del Perú ganó a un excelente autor, compositor y pianista. Años después, Lorenzo Humberto Sotomayor compuso la hermosa polca “Lolo Fernández” para honrar no sólo al ídolo crema sino a quien él tuvo el honor de ser su suplente. Delia Vallejos hizo una grabación maravillosa de la polca aquella.

FTE: www.forocrema.com




 

¿Qué fue de la redecilla y la camiseta de Lolo?

Por Mauricio Gil Ballón.

Hay objetos que vencen a la muerte. Se desprenden de la condición perecedera de sus dueños y persisten por sí mismos, pero siempre bajo el cuidado de un nuevo guardián: un cazador de recuerdos, un coleccionista, un hincha del fútbol. Objetos que aún mantienen la energía del tiempo, el acontecimiento perdido y los vestigios de vida que les dio un nuevo significado. Por eso, una redecilla para la cabeza o una camiseta raída de franja roja pueden ser mucho más que un material fibroso y tela de algodón. Sobre todo si fueron de Teodoro “Lolo” Fernández.

Solo la “U” podría ser la dueña si no fuera él. Jorge “Chupo” Arriola es rotundo: de no tener las piezas, solo el club sería digno de conservar las extensiones de Lolo. No habría otra persona o lugar capaz de resguardar aquella mínima prenda, hoy símbolo crema irrefutable, que el delantero se colocaba en la cabeza para jugar. La misma que usó para despedirse del fútbol y anotarle 3 goles al compadre rival —nunca enemigo—, mientras Arriola presenciaba por primera vez la potencia de su juego. Era el 30 de agosto de 1953, y “Lolo” dejaba la “U” tras 23 años. Recién, lejos de las canchas , con dolores en la cadera y desconfianza para los extraños, se desprendería de su redecilla. El que fuera un niño en las tribunas en ese partido contra Alianza Lima en el Estadio Nacional, extendería las manos y recibiría la gratitud del gran “Cañonero”. Hasta hoy, es el único afortunado.

Arriola es socio crema desde hace 55 años. Construyó con andamios de paciencia la amistad con Lolo. Tras volver del Mundial de España 82, le realizó un homenaje en el estadio de Breña y recaudó 10.000 soles para que se operara en Miami. “Para ti, hermano”, le dijo Lolo en su quinta de Lince. El “Cañonero” se probó por última vez su redecilla, 30 años después de su despedida, y se la regaló. Sería en esa pequeña casa de General Córdoba donde Fernández le contaría que la selección viajó en barco a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Y que no pararon de entrenar los veinticinco días que duró la travesía en altamar. Luego vendría la goleada de 7 a 1 contra Finlandia y la difusa historia del partido contra Austria. En total, el “Cañonero” hizo 6 goles. Su entrega y eficacia no descendía con la blanquirroja.

Hoy, esa camiseta está enmarcada en el restaurante Estadio, en la plaza San Martín. Firmada por Lolo, con pequeños agujeros en la parte inferior y casi como un ícono religioso, cuelga de una de las paredes. Teodoro “Prisco” Alcalde, olímpico del 36, se convenció que la prenda de su compañero de selección estaría a salvo con Arriola, quien solo la prestó al restaurante. Tiene la condición de devolución.

El “Chupo” no sabe qué rumbo tomarán las prendas. Primero deberá saber su propio destino. Pero entiende que tiene objetos que vencieron al tiempo y que jamás podrán ser igualadas por mercancías de tienda, clones uniformes. La camiseta y la redecilla rezuman el sudor y la energía de vestuario; son dos piezas irrepetibles que reflejan el pasado y explican el poder de Lolo.

Es que mañana, también es su aniversario. Y dale “U”.




 

Lolo Inmortal




septiembre de  1996 , era uno de esos tantos días en la esquina de Torre Tagle y alcázar en pueblo libre en el barrio de la gente de demencia en la que solíamos juntarnos para conversar del clUb, lanzar ,tomar unos traguitos y hacer hora, junto a los amigos de siempre, aquellos que conocí en la popular y forman parte de mi familia tribunera, como el loco, el chaname, oxiuro ,lennon, el nuno, el chan , zanelli ,el zambo, champagne, el tata, etc…. cuando de pronto llego alguien con esa noticia que ningún crema quiso escuchar jamás, LOLO nuestro ídolo máximo había dejado de existir , fue como un balazo directo al corazón , como si una parte de mi vida hubiera sido arrancada de golpe, a pesar que nunca lo pude ver en persona lo sentía como si lo conociera de toda la vida, como si fuera mi padre . Cabizbajo me fui a mi casa sin pronunciar palabra alguna, tratando de buscarle una explicación a lo sucedido, nunca me gusto ir a ningún velorio, ni al de mi padres fui, prefiero recordarlos como los vi. En persona o a través de fotos. A la mañana siguiente me tire la pera al instituto para ir a su sepelio al templo en breña, fue algo conmovedor cuando apareció el féretro del ídolo eterno en el campo de juego miles de personas que en su mayoría jamás lo vieron jugar , abrazados cantándole al padre que se va, elevando sus manos como queriendo tocar el cielo , llorando su partida personas de todas las edades mezcladas entre si con posters en las manos, polos con su imagen, luego  a las afueras en el momento que sacaban el ataúd hacia la carroza se desato la locura todos pugnaban por siquiera tocar el ataúd, cosa que pude conseguir luego de pasar entre la multitud,  ya en el parque del recuerdo simplemente sucedió lo que se presumía iba a suceder , la gente al no poder asimilar que el ídolo máximo del fútbol peruano iba a ser enterrado trato de evitar ese suceso y entre empujones y forcejeos la cúpula de la barra puso orden y se procedió al entierro. Luego con la gente del barrio nos fuimos a recordar sus hazañas y proezas con la única camiseta que vistió  a lo largo de toda su carrera profesional, terminando en la misma esquina de siempre hasta altas horas de la mañana, entre llantos y caídas por la embriaguez producto de la cantidad de alcohol que tomamos.

Ya pasado un año de aquel triste suceso vino el partido con los pavos que quedara grabado en la memoria de todo el pueblo crema, ya que con diez hombres y el arbitro en contra (como siempre suele suceder con este equipo) les ganamos, ese día la vibra en el nacional fue muy fuerte, y casi todos decían que el alma de “Lolo” estaba presente y fue el jugador numero 11 (ya q estábamos con 10)  y que ilumino a oscar Ibáñez q fue la figura del partido. A la salida de ese partido con mi hermano chaname tuvimos la idea de homenajear a nuestro padre con una tela en su honor, ya desde antes me había convertido en un telero innato, confeccione varias banderas, pero hubo una en especial q marco historia en el fútbol peruano, la esvástica, esta dio mucho q hablar sobretodo a la prensa amarilla q se colgaba de la trinchera para atraer rating y ventas, pero esta es otra historia. El chana dibujaba muy bien y tenia una tela q fue un pedazo de una flameable gigante , así q al día siguiente empezamos la pintada , la frase salio del fondo d nuestro corazón , por falta d espacio nos comimos un par de palabras, ya que originalmente pensamos “EN LA MEMORIA Y EL CORAZON DEL PUEBLO VIVES, LOLO INMORTAL” Así que quedo  en la frase que ya todos saben , su debut fue en el nacional , la verdad no me acuerdo quien fue el rival ni la fecha exacta pero lo que si no podré olvidar nunca fueron los elogios de varios hinchas comunes , y agradecimientos por parte de todos mis hermanos.

Ya han pasado mas de diez años que nuestra tela esta presente en la popUlar , ha visitado muchas canchas ,a gozado muchas vueltas olímpicas y penas por las derrotas y visitado al ídolo eterno en su aposento en las fechas especiales para todo hincha crema, y pasaran muchos años mas , y a pesar que por motivos de amor y trabajo desde hace algunos meses ya no estoy en lima , nuestra tela siempre estará en la popular y si algún día la muerte me separa de este  mundo , no quiero que me entierren con esta tela , ya que mi alma siempre estará en la norte cantando con todos mis hermanos de siempre, porque como dice esa nostálgica canción , “ni la muerte nos va a separar  , desde el cielo t voy alentar”……………………….




“LOLO” y una historia de amor

En las épocas primigenias del fútbol peruano, cuando los jugadores todavía no eran tentados de una manera hostigante por los clubes europeos, apareció una historia de amor a la camiseta que hasta el día de hoy se recuerda: la anécdota de LOLO Fernández y el famoso cheque en blanco que rechazó al colo colo de Chile.
 
 
 
En tiempos cuando los jugadores cambian de club como de celular, vale la pena volver a hablar de una historia que demuestra tanta fidelidad por una camiseta que lo contado el día de hoy daría la vuelta al mundo. A pesar de que la anécdota es cuestionada por muchos debido a lo poco que se puede comprobar de ella no deja de constituir una enseñanza del apego de un hombre hacia su club.

Eran épocas donde para algunos amistosos -internacionales, sobre todo- los clubes, con la mayor naturalidad posible, se reforzaban con jugadores de otros equipos. Como por ejemplo la gira aliancista de 1935 en la que Teodoro LOLO Fernández, ídolo máximo de la , reforzó al club blanquiazul, cuando el artillero se puso la camiseta aliancista y cuyas fotos sirven para que hasta el día de hoy los hinchas aliancistas hagan bromas respecto al tema.

El punto es que años después, en 1941, LOLO -cuya fama ya había trascendido fronteras- reforzó al colo colo chileno. El club mapochino iba a jugar un amistoso contra independiente de avellaneda y quería contar con los servicios del artillero. El ‘Cañonero’ vistió las sendas colocolinas junto a otros tres jugadores de la , incluido su hermano mayor Arturo, y anotó el gol de la victoria frente a los ‘diablos rojos’ de avellaneda. Esto generó que hinchas, dirigentes y jugadores del ‘cacique’ santiaguino quisieran convencerlo rápidamente de que firme una permanencia larga en tierras chilenas. Nunca consiguieron el “sí” de LOLO.

Sin embargo los vecinos sureños no se rindieron tan fácilmente e hicieron una última oferta que el día de hoy haría que el jugador firme tan rápido que el papel termine roto. Cuenta más de una crónica que el presidente de colo colo, Robinson Álvarez, le puso un cheque delante a LOLO y le dijo: “usted ponga la cifra”. Contrariamente a lo que el directivo mapochino pensaba, el goleador se negó a firmar el contrato y regresó a tierras peruanas para enfundarse la camiseta de su tan querido equipo crema. “Yo tengo un solo amor, que está en el Perú y se llama la , reportan que dijo. Si eso no es amor, entonces difícilmente alguien pueda estar seguro de qué lo es en realidad.


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